sábado, 31 de agosto de 2013

Con cafe




Sentada frente al ordenador

La mirada se vacía en la la taza de café

que se enfrió otra vez.

No hay respuesta a sus preguntas,

ni las palabras harían mella a su sentimiento.

Sonríe a la nada mientras revuelve un café frio

donde las promesas se desvanecen.

Transpiran sus manos y se seca el alma.

Lágrimas que humedecen su cara bajan por el cuello

anudando un pañuelo de angustia.

La dignidad le impide gritar,

gritarle su dolor, pedirse explicaciones.

El final está en sus ojos

En su lengua tiene la amargura del adiós

y en sus labios, un amor se va marchitando.

No, no hay respuestas que valgan en su alma

y el café se volvió a enfriar.

El dedo gira sobre el borde del vaso

como una mosca sin destino, antes de ser amputada

por el delirio de un loco babeante

por la esperanza imbécil de Cenicienta.

Cierra la noche su pantalla portátil

y el nuevo día se abre en una sonrisa

El café huele a nuevo.
                                                                 Monica Ivulich - Derechos reservados.
Imagen: Google

sábado, 24 de agosto de 2013

Poema felino

En los rincones de la nostalgia 
te levantas altiva como gacela
tus curvas miradas horadan lentas
y certeras un trazo del poeta
los ojos brillantes de gato nocturno
la piel brillante el torso enhiesto
en guardia constante, en suave contoneo
Y te alejas nuevamente, con sigilo 
con garbo, lamiéndote los labios
después de la mordida fatal
en el costado del vil sentimiento
que te hiere 
y otros llaman amor.

Mónica Ivulich
derechos reservados
Imagen: Google

sábado, 3 de agosto de 2013

Inspiraciones breves y dispersas

¡No temas! solo te haré lo me gustaría que me hicieras a mí... 
                                                                                                     Monik


¿Por qué será que si alguien te contesta: “Estoy bien...” y uno no le cree, pero no se puede decir nada... uno se siente no solo apenado por el/la otro/a, sino abandonado? No sé explicarlo sin enredarme... espero se entienda.     Monik



Mi decreto es: no seré obstáculo -ni hoy ni ningún otro día- de cualquier milagro que desee llegar a mi vida!        Monik




Me gustaría mirar por mi ventana y saber que todos están felices... pero no es así. Lo peor es que no lo es pudiendo serlo. A veces el ego juega pasadas, da zancadillas y todos caemos a sus pies... el milagro de hoy sería ponerse de pie sin lastimarse.                                               Monik



Cuando me dijiste: "TE AMO" más que una declaración amorosa, ¡fue un epitafio!                     Monik