Preguntaste para que te
amaba y contesté enseguida:
para reírme siempre contigo,
hasta achinarnos
para que inspires mis
poesías con amor delirante
para que mis brazos
tengan de donde asirse
aunque nunca te encadene…
para que mis besos no
sean besos al aire
para que mis
mariposas no aleteen
sin tener donde
posarse
para despertarme cada
noche
y saber que estas a mi lado
aunque no estés…
para caminar rumbo a nuestro
destino
para tomar tu mano
antes de dormirme
para darte abrigo y
me des ternura
aunque ser tuya es mi
todo.
Para llegar a la
sombra de tu árbol azul…
Tengo tantos motivos
y “para qué”
Tantos, mi vida, que
no caben en poesía
te cansaría, amor, enumerándolos,
solo sé que el tiempo
se detuvo en ti
Excelente, Monik!!! Me encanta.
ResponderEliminarGracias Jorge!
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