martes, 10 de enero de 2017

Desastrada (poema para próximo libro, Cap. "Azul noche")

Imagen de la red


Cuando nací, los astros se apartaron;
ninguno, ni siquiera la luna ni el sol,
se hicieron cargo de mi vaticinio.

Y así, desde un eclípse, 
llegué al Planeta: 
sin bautismo y desastrada… 
pálido remedo de humano,
me nombraron plagiando al vacío,
hija de la soledad y el desaliento…

Nunca atinan a nombrarme las sombras
nunca me alcanzan las “enfermedades”
y las “bonanzas” me desconocen.
 Me basta cuando me aman y repiten mi nombre
ese nombre que plagiaron a la soledad.

Me basta el calor del sol en “esa” mirada,
Entonces, en ese instante, lejos sonríe y
no hay más motivación que su risa para vivir.

Me despeñé en mil canteras alucinadas y
empeñé mis cantares de ilusión y vida,
me basta que repita mi nombre si me ama.

Desde hace tantos siglos
arrastrando cadenas de escisión, de abandono
y ahora nos negamos a ser uno
o que somos el no ser…
se entrega, me penetra y se retira,
dejando una flor y una ilusión sin dueño…

Nací desastrada, moriré de tedio al dar las dos.

Mónica Ivulich
D.R.2017Fr

No hay comentarios:

Publicar un comentario