foto propia |
Te encuentro en cada vida, pertinazmente,
reincidimos en abrazarnos con pasión,
sabiendo que nos pertenecemos, otra vez.
Es en ignotos dominios de una nada
y en los ocultos vértices de los lamentos
donde yacen los gritos que silenciamos
precediendo el ignorado amanecer,
en desfiladeros de nuestra vida reiniciada,
y antes de recomenzar nuestra epopeya.
Allí, en el umbral de la noche indómita
se reinicia nuestra impetuosa locura,
nuestro impulso inédito y desbordado.
Te reencuentro en la universal melodía
de un pasional abrazo simultáneo, eterno,
en unión perpetua y con amor ancestral.
Texto Monica Ivulich
Italia, 2014
Imagen: foto propia, Cielo en Verona
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