1
Mi piel está tan dormida
que cuando quieras despertarla
te convencerá para que la sigas soñando.
2
Mi pecho es un reloj de arena
donde se deslizan las palabras zalameras
que una vez enamoraron al amor.
3
Mi corazón sigue pegado al tuyo
y late tan a tu compás
que, cuando hablas, responde en morse.
4
No hay camino que quiera andar
sólo un canal directo entre dos corazones
que bailan el vals de la eternidad.
| Foto tomada en la Medina de Marrakesh mientras tomaba te de menta, 2014 |
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