lunes, 29 de septiembre de 2014

Antes de partir (texto)



Hay días de correr, como el de hoy.  No son días malos, al contrario: muy buenos, prolegómenos de  otro día mejor. Es que España me espera  con brazos abiertos y mucho amor, tanto que emociona. Primero Barce de mis amores y luego Madrid a presentar mi libro con una de esas amigas de internet que se hacen cercanas y queridas.

Entonces, hay que terminar valija, trabajo en ordenador/PC, dejar todo lo limpio… (que feo volver y tener cosas sucias), lavar las sábanas y demás ropa usada, cumplir con la familia… y volar a poner cara de persona que publicó un libro… se supone que inteligente, digo… Organizar la partida mañana temprano hacia el aeropuerto, que será con toda la familia y deben desayunar, vestirse y hacer todo ultrarrápido para que yo no pierda mi avión… Y… ¿puse mis remedios??? ¿llevo…? ¿Imprimí el.. y los…? ¿Dejé todo bien con el Banco? ¿El cargador de la cámara? Etc.…
Imagen de la red

Todas las dudas llegan al mismo momento y no se sabe cuál contestar primero… entonces la persona que menos uno quiere dañar hace un comentario que una descalifica, para cinco minutos después enterarse que no se puede ser así de cretina y pusilánime… bueno no es para tanto, pero así se siente una, que no pudo ser la mejor persona como una hubiera querido. Y pide perdón… esperando una de esas respuestas secas casi despectivas… cuando, en cambio, llega un “te amo” que entibia la tarde y desarma la locura en ciernes de un día de estrés antes de partir.  

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