domingo, 3 de febrero de 2013

OTOÑANDO



Me gusta sentarme

frente al pino y el alerce,

con mi taza de té y

tibio pan crujiente.

El señorial pino

encierra memoria eterna,

el alerce recuerdos

de amores ausentes…

cayendo de sus hojas

cuando la brisa llama a olvido.

Son parte de mí y de

mi pretérito imperfecto

Soy parte de su presente

cierto y pluscuamperfecto.

Se mecen tras el vidrio

del ventanal que da al jardín,

acompañan mis pensamientos

y el ronronear de mi gata,

que abre un ojo verde claro

cuando muerdo la tostada.

Una mañana fresca y clara

con colores de otoño en ciernes

y silencio de invierno porvenir.

2012 -Derechos Reservados.

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