sábado, 2 de febrero de 2013

Deseo


Vi llegar al caballo brioso del deseo,

Salió de un bosque ennegrecido

En silencio…

Y corrió desbocado, levantando arena…

Sus crines al viento, ancas fuertes

Ojos de fuego y relincho alocado, potente

Corría veloz hacia mi figura en sombras

Le di la espalda y relinchó aturdiéndome.

Trotó fantasmalmente, buscándome

Envolviéndome en su aliento y aroma,

Mientras yo escondía mi cara y cuerpo.


Lo vi cabalgar frenético, bello, potente,

Feroz, relinchando como en risas y, luego

Silencio…

Se detuvo a contemplar la luna…

Toda la noche, inmóviles los dos.

Solo se oían las olas romper y retirarse

Como si el mar respirara apenas.

Hasta que lo escuché, quedo, lloraba.

Un último relincho a la luna inmensa

Y partió.

A paso lento primero, luego al galope

Fugaz, veloz, salvaje, enloquecido…


Vi volver al caballo brioso del deseo

Cabalgando hacia el bosque renegrido.

Desapareció.

Color de luna, salada como agua de mar, espesa…

Una lágrima equina rodaba por la playa.

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