En mi espiral cósmico
eres el eje de la existencia
Tú eres mi ‘ahora’ infinito
el silencio de mi espíritu
la paz de mis reflexiones
el fuego de mis sentimientos
Eres la realidad de mi niebla
el sosiego en mi tormenta.
En ti trajiste la flor de mi vida
y otro sentido para estar viva.
Eres lo que no sabía que existía
pero, me hallaste y lo entendí.
Te presiento en mi núcleo
y me inserto en tu médula.
Como eslabones ya inseparables
nuestras vidas se unieron sin más.
Venecia, Italia 2014
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