La primera:
Buenos Aires, 1987.
Mi visa no salía, mi viaje se demoraba… hoy sé que mi miedo a irme, el terror que nos da el apego, ponía obstáculos donde fuera, a pesar de mi determinación.
Alguien aconsejó: -ve a consultar a “fulana” que es buenísima, ella te dirá lo que necesitas saber, lee cartas y borra de café.
Lo que recuerdo de esa sesión: Que conocería a un señor con tres hijos, buen negocio y 42 años que sería el padre de mi nuevo hijo. Tenía que rezarle a San Epafrás, un santo desconocido para mí, pero -dijo- está en la Biblia, creo que era para purificarme, no sé.
El caso que, unos días después, salía de trabajar, era noche tarde y esperaba el bus; un auto se detuvo un par de metros delante de mí y el señor se bajó y, sobre mi hombro a mis espaldas, farfulló algo que no entendí.
Me giré para encontrar una cara indescifrablemente oriental.
Supuse que quería una conquista o, a esa hora, confundió mi
profesión. Entonces (no me pidan la razón) le pregunté, sin aquella timidez que
me caracterizaba:
- -
¿Tiene
42 años?
- _ No... -musitó con sorpresa
- _ ¿Tiene
un buen negocio?
- _ No…
pp… -balbuceó abriendo tanto los ojos que casi se hicieron occidentales.
- _ ¿Tiene
tres hijos?
- _ Pues
¡no! -exclamó espantado
- _ En
ese caso, ¡no tenemos nada que ver Ud. y yo…!
Pobre hombre, dio media vuelta huyendo de esta loca que, girando
sobre los talones, no podía parar de reír.
La segunda
Mi amiga “M” que vive allí me invitó a ir a un pueblo llamado
Cassadega donde habitan toda clase de brujas-os de magia blanca.
Una vez en sus pacíficas calles me preguntó si deseaba que me
leyeran las cartas, que alguien le había cambiado la vida y me la podría
presentar.
Resumiendo:
No recuerdo todo lo que me dijo, excepto dos cosas: Mudanza a
un lugar lejano, allende los mares y que ella veía un caballo, pero que no era
importante tal vez no era mío o era del futuro o el pasado, otra vida, pero que
lo veía detrás de mí.
En el 2006 me fui a Alemania por 6 meses y mi nieta Triny es
apasionada por los caballos, le regalé uno de madera para Navidad (sin recordar
aquel mencionado por la bruja)
En el 2008 mi hija me pidió que me mudara con ellos a Oxford y
yo estaba muy reticente… mi vida en NY era intensa y… Esta vez sí reconocí el
apego, que los años enseñan algo.
Mientras medía las consecuencias fui a verla para su cumpleaños. Por un lado se inclinaba la balanza por el amor hacia ella y su familia, por ayudarla con sus tres nenas para que trabajara y estudiara. Por otro lado, estaba mi soledad bien ganada, mi gente, (como familia extendida y amada)
Mientras medía las consecuencias fui a verla para su cumpleaños. Por un lado se inclinaba la balanza por el amor hacia ella y su familia, por ayudarla con sus tres nenas para que trabajara y estudiara. Por otro lado, estaba mi soledad bien ganada, mi gente, (como familia extendida y amada)
En eso estaba cuando un día en que ella tenía fiebre por un
resfrío yo le subí su desayuno. Al abrir las cortinas vi que en el terreno de
enfrente había un caballo… y me miró. Sin pensarlo le pregunté (si, al caballo ¡que
bobería! me decía al mismo tiempo):
-
¿Eres
el caballo que mencionó la bruja?
Sorpresivamente el jamelgo relinchó y yo me estremecí. Con cosquillas
en el estómago, le dije a mi hija: -Parece que me voy a mudar…
Imagen de la red (La princesa que quiso ser bruja) |
Dicen que también soy bruja y, tal vez haya algo de eso, lo cierto es
que tengo varias amigas que lo son y, aun a las que no son amigas las respeto
de corazón. Por eso hoy les deseo ¡MUY FELIZ DÍA de las BRUJAS!
Mónica Ivulich
DR2016Md
Mónica Ivulich
DR2016Md
Vaya con esas experiencias Monic
ResponderEliminarTienes un don de narradora, eso te lo dijo la brujita yo. Que igual adivino el futuro y aprovecho para decirte que serás muy reconocida por tu talento. Besos del alma con un poquito de hechicería eh jaaaa
Me encanta ser tu amiga y colega, que tú me reconozcas ya me alegra. Cariños.
EliminarMe encantó!!!. Sldos
ResponderEliminarMe encantó!!!. Sldos
ResponderEliminarMuchas gracias Elena!
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