jueves, 30 de noviembre de 2017

Sin destino (prosa)

Como otras veces, dormirme quisiera, bajo la luna enamorada de su frente, escuchar la melodía de los suspiros.

Que bella sería mi noche, si hundida en su pecho, mezclados mis cabellos en los suyos, fundido mi aliento en su respiración, pudiera estirarme y hallar en su piel el vértice más sutil de la entrega.

Hubo un vértigo colgando de su nombre. Cada sílaba un grito salado de esperanza y dolor. Y, al repetirlo, soñaba un sueño imposible, ser dos alas, una a cada lado del ave de la felicidad.

Hoy camino lento, arrastro heridas, la vida me pegó donde no me pude defender.

Arrastro trozos de piel con su olor y plumas mojadas de la ilusión.

Tengo nostalgias sutiles en las pelusas del bolsillo. Pateo piedritas de su recuerdo. Las sombras de un olvido cuelgan de mis pestañas.

Camino sin destino desde que sus miradas no me alumbran y no tengo el tino de nombrarle.

Guardo suspiros en mi mochila, algunas palabras y el rose de su pelo.

En mi cartera y en los ojales de mi camisa asoman besos tímidos, inconfesables, vividos, ya lejos.


Camino sin destino.

Mónica Ivulich. DR2017Fr

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