miércoles, 19 de junio de 2013

Mujer de sociedad



Mujer de sociedad.  


 Se puede predecir cuándo van a decir: -“¡Oh no!”, van a reír o golpear la pierna con mano abierta, encoger los hombros y luego estirarlos diciendo “so cute”…
No miran a los ojos de su interlocutor sino hasta el momento en que enfatizan las frases.
Conocen mucha gente pues tienen tiempo y dinero para reuniones, fiestas, conferencias, conciertos, ‘vernissages’ y cualquier evento donde se encuentran con quienes llaman ‘muy interesante’ frente a sus amigas pero que les aburren mortalmente y, por eso o por costumbre, no les dejan ni hablar ganándoles las contiendas de discursos vacíos y desaparecen histriónicamente entre la multitud para saludar a…
Memorizan todas las tarjetas de presentación y la historia curricular, y familiar de ser posible, especialmente las de los invitados que figuran en las listas del próximo acontecimiento social y de los personajes que les serán presentados.
También conocen las biografías y pormenores de las luminarias, escritores, directores de cine, teatro y orquestas… De esa forma siempre encuentran que decir que no es personal. Lo más cercano a su mundo íntimo que roza la conversación es acerca de hijos, nietos y auto nuevo.


Difícilmente, las amigas se saluden con un beso o un abrazo. Una sonrisa amplia de segundo y un “¡Hola, que alegría verte!!!” es más que suficiente.
Uno puede imaginar que el esposo, gordo y sonriente, tiene suficiente dinero para ella y la otra.  Así que los dos gozan de libertad programada y mutua soledad: Ella viaja a ver a su familia, mientras el esposo, en viaje de negocios, puede estar sin culpa, con la rubia de turno.
Si él está triste o nervioso, ella inventará una reunión familiar,  traerá un nieto de visita o planeará una excursión a la casa del lago y se restablece el equilibrio.
No mencionará a su esposo que bebe de más, ni el mencionará que ella es anoréxica.  Nunca reclamará, no está bien visto. Nunca mencionará el malhumor o falta de atenciones maritales, no es algo en su código, ni en su naturaleza. Mejor tener prevista la solución infalible a mano.
No es cierto que sea una mujer vacía ni aburrida: tiene muchísimas amistades y datos para compartir.
Además, recibe libros y revistas de ecología… y ayuda a una niña de África.
No es cierto que su vida sea de plástico…: tiene zapatos de cuero auténtico y cultiva flores exóticas. También tiene un gato siamés y perros de raza, muy  bien amaestrados, a quienes consiente  y trata como le gustaría ser tratada.
Lee los libros más vendidos.
Atiende a los eventos de su comunidad y parroquia o templo, puntualmente.
Saluda a cada uno por su nombre y recuerda por quien preguntar y que tema tocar con cada uno, sin importar edad, condición social, etc. El esposo escucha, sonríe o dice ‘lo siento’, según la ocasión.
Luego la guía al estacionamiento y le abre la puerta de su último modelo, el que no maneja ningún chófer para estas ocasiones.
Ella se sienta, abre la ventanilla, espera que el coche de sus guarda-espaldas arranque y, displicentemente, arroja un cabello largo y joven que no le pertenece. No lo hará ostensiblemente, sino con delicadeza, tomándolo con una servilleta de papel y demorándose lo suficiente como para que el esposo se percate.
Todo irá bien el resto del día y él aprobará cuando ella mencione que necesita su vestuario de la próxima estación y el salón para la fiesta de aniversario de bodas.
Al pasar, dejará el catálogo de joyas con la página marcada, que él entregará a su secretario personal el próximo lunes, para sorprender a su esposa.
Los dos tan comprensivos y civilizados.
                                                            Mónica Ivulich
                                                                                        (derechos reservados)

3 comentarios:

  1. No hay nada más sutilmente perverso que una relación odiosamente bien educada. Buena historia, muy real.

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  2. vidas vacias de contenido real, escapando a un divàn que cumpla la verdadera funciòn y no simplemente una chaise longue.
    Excelente moni querida.

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  3. Jajaja..ay! ..cómo me ha divertido!!...cuanta autenticidad!!..y que re- bien narrada, me ha encantado esa manera tan elegante de describir a las/los pro-ser de esta sociedad y sus pactos firmados sin pasar ante notario...magnífico!!

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