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Mi musa se ha ido, no sé por qué,
se escapó ayer de mi almohada
La buscado, incansable, por doquier.
He preguntado en cada estanco
(a veces le gusta fumar o comer pralinés)
He consultado al horóscopo,
por si Mercurio está con paso
cambiado.
Nadie ni nada me da respuesta segura
Me desespera y la echo de menos a la
vez
Mi musa es caprichosa y, a veces, se
esconde,
otras veces decide jugar con niños del
barrio,
pero me preocupa, no la veo desde
ayer.
Mi musa es tan dulce y, a la vez, tan rebelde
que se mete en bares a beber con
marineros
y, luego, no sabe volver…
Dicen que hay muchas musas, que la
cambie…
Para mi es mi única, como el unicornio
azul,
y no hay nadie que reemplace a mi verde
musa
es tan especial que sabe lo que debo
escribir…
Mis poemas ruedan por la estratósfera
no atinan a rimar o a hacerse
coherentes…
¡es que perder una musa es cosa seria!
La he buscado en el bosque y en la
ciudad
Que se fue a una cueva, dicen voces
insomnes
Pero yo conozco a mi musa, ella es nómade
inconforme y traviesa, ¿qué fue lo que
pensó?
Creo escuchar su risa, en un lugar y
luego otro
Quien sabe en qué rincón aparece la
retozona.
Sí, es una musa particular, hay quien
sugiere,
puede ser verdad, que ella inspiró al
rey a abdicar.
Hay musa mía, vuelve ya, mira el
desastre
que forman mis versos, sin tu guía inspirada,
¡se quieren volar a la pluma de otro
poeta!
Y, si así fuera, seré yo la que deba
renunciar.
D.R. - Francia - 2014.
D.R. - Francia - 2014.
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