Me desperté electrizada, de tanto que mi sueño conectó al
tuyo.
Y, cuando abrí los ojos, tenía trozos de tu sueño colgando
de mi cabellera y de mi piel.
De tanto unirse mi sueño al tuyo terminaron en un abrazo
intenso que más bien, parecía una alianza indestructible, un pacto de amor perpetuo.
Imagen de la red |
Nuestro amor se teje en sueños y –sin embargo- no es una
quimera.
Las ensoñaciones trenzan un amor intenso, con nuestro
consentimiento y sin él.
Hay un complot entre el amor y el sueño, que hilvanan la intriga de una novela
inesperada y tierna donde, tú y yo, somos protagonistas que se asombran de la
trama sin final…
2014, París.
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