Qué bien se amolda tu piel a la mía
cuando
nos rendimos mutuamente
a la
danza del fuego y del edén...
Qué
bien se adapta tu mano en la mía
cuando
cruzamos el parque y la acera
del
amor a pequeños roces y caricias...
Tan
bien se engarza tu boca en la mía
cuando
me besas el alma desde tu alma
a pequeños
sorbos hechiceros de miel.
d.r. 2014, Paris
sensitivo y dócil en la caricia que espera... me gusta Monica
ResponderEliminarGracias! Carmenlinda
EliminarCada verso, cada letra...una elegía al amor.Me gusta mucho,querida Monica.
ResponderEliminarJorge eres un angel, gracias!
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