Hace una vida larga que me acuesto y me despierto conmigo
misma y todavía no me conozco.
Y, cuando he comenzado a entenderme… llegó el crecimiento y
tuve que replantear todo… así en cada etapa de mi vida.
Contigo soy una nueva persona, necesitamos tiempo, para que,
como dos seres nuevos, podamos reconocernos, mas.
El amor, por si, nos transforma cuando es verdadero… pero
cuando es compartido y auténtico, nos mueve todas las fibras, nos hace crecer,
tirar barreras, realizar imposibles… volar, reptar, gritar a los vientos que un
nuevo ser ha nacido y tiene dos cabezas pensando al mismo tiempo, dos corazones
latiendo al unísono.
Entonces y solo entonces, nos conocemos realmente viéndonos
en un espejo legítimo.
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